
400 bolsas de restos hum4nos encontradas cerca de… ver más

¡MÉXICO BAJO FUEGO, SANGRE Y UNA “TRISTEZA NACIONAL” QUE NOS PARTE EL ALMA! CRÓNICA DE UN FIN DE SEMANA APOCALÍPTICO DONDE EL INFIERNO SE ABRIÓ EN NUESTRA PROPIA TIERRA
SUBTÍTULO DE IMPACTO: ¡PAREN LAS PRENSAS Y AGÁRRENSE DEL ASIENTO PORQUE ESTO ESTÁ CAÑÓN! Mientras el internet te quiere distraer con chismes de Shakira, “consejos” íntimos morbosos o cerdos mutantes, la realidad nos da una cachetada brutal que nos deja de rodillas. El hallazgo de 400 bolsas con restos humanos es solo la punta del iceberg de un país que se nos desmorona entre las manos. Pásale, pásele y si tienes estómago, entérate de la cruda verdad que los medios fifís no te quieren contar completa.
POR: “EL TUNDEMÁQUINAS” RAMÍREZ / CRÓNICA ROJA DESDE EL EPICENTRO DEL DOLOR / PARA LA RAZA QUE NO SE RAJA, AUNQUE NOS ESTÉ LLEVANDO LA FREGADA.
CIUDAD DE MÉXICO, LUNES NEGRO DE RESACA MORAL Y ESPANTO.— ¡Ay, nanita, mis valedores! Si usted, amable lector de nervios templados, pensaba arrancar la semana tranquilo con su guajolota y su cafecito, mejor siéntese y tómese un bolillo duro pa’l susto, porque el resumen de las últimas 72 horas en este México mágico y trágico parece escrito por el mismísimo chamuco en una noche de borrachera con la parca.
Amanecemos con el alma en un hilo, el corazón apachurrado y el Jesús en la boca. El bombazo informativo que nos sacudió el fin de semana comenzó con un titular que parecía película de terror, pero que desgraciadamente es el pan nuestro de cada día: “400 bolsas de restos hum4nos encontradas cerca de… Ver más”.
¡Sí, leíste bien, raza! CUATROCIENTAS. No son diez, no son veinte. Son cuatrocientas bolsas negras de basura, de esas jumbo, rellenas no de desperdicios, sino de pedazos de historias, de sueños rotos, de hijos, padres y hermanos que alguien decidió borrar del mapa de la manera más cobarde.
LA ZONA CERO DEL HORROR: EL OLOR A MUERTE QUE IMPREGNA LA TIERRA
El hallazgo se dio en un predio olvidado por Dios y por las autoridades, allá donde el viento da la vuelta y la ley es solo un mito. Fueron las “Madres Buscadoras”, esas guerreras incansables con palas en mano y el corazón blindado por el dolor, las que dieron con el macabro tesoro. Ellas, que no buscan culpables sino solo un hueso que llorar, destaparon la cloaca.
El olor… ¡Dios mío, el olor! Dicen los reporteros que llegaron primero que el hedor a muerte se te metía hasta el tuétano, una mezcla de tierra húmeda, cal y descomposición que te revolvía la tripa. Los peritos forenses, enfundados en sus trajes blancos como astronautas en un planeta hostil, no se daban abasto. Bolsa tras bolsa, etiquetando el horror, marcando coordenadas en un mapa que ya parece un campo minado de fosas clandestinas.
Esta noticia es la que define nuestra realidad, no el chisme barato. Es la que provoca esa imagen desgarradora que encabeza nuestra portada de hoy: una pareja de nuestros viejitos, esos abuelos que deberían estar descansando, con los rostros surcados por arrugas y ahora por ríos de lágrimas, bajo un titular que cala hasta los huesos: “TRISTEZA NACIONAL”. Ellos son el rostro de los que esperan, de los que ya no tienen más lágrimas que llorar, de los que ven cómo el país se nos va de las manos.
CORTINAS DE HUMO: MIENTRAS MÉXICO LLORA, EL CIRCO SIGUE
Y aquí es donde a uno le hierve la sangre de pura indignación, parientes. Porque mientras el país se convierte en una fosa común gigante, el circo mediático y las redes sociales intentan tapar el sol con un dedo, distrayéndonos con estupideces.
¡Miren nomás el collage del absurdo en el que vivimos! Por un lado, nos quieren vender la nota de que Shakira suspende un concierto por un misterioso “VI…”. ¡Por favor! Con todo respeto a la colombiana, pero aquí tenemos problemas de verdad, no gripitas de millonarios.
Por otro lado, el internet te bombardea con titulares morbosos como ese de “Si llevas tiempo sin intimidad física no se te ocurr…”. ¡¿Es neta?! ¿A quién carajos le importa eso cuando están sacando a nuestra gente en bolsas de plástico? Nos quieren mantener picados con el morbo barato para que no miremos la sangre que mancha el piso.
EL CAOS TOTAL: CARRETERAS SANGRIENTAS, VANIDAD TÓXICA Y MONSTRUOSIDADES
Pero el horror de las fosas no fue suficiente. El Diablo anduvo horas extras este fin de semana y el país parece una zona de guerra.
Las carreteras se tiñeron de rojo otra vez. La imprudencia y los cafres del volante provocaron tragedias mayúsculas. Ahí están las imágenes de los autobuses de pasajeros volcados, convertidos en acordeones de fierro retorcido, dejando decenas de familias enlutadas que ya no verán llegar a los suyos. ¡Hasta un pinche avión caza militar terminó panza arriba en un campo! Ya ni por tierra ni por aire estamos seguros.
Y para echarle más sal a la herida, el contraste social que nos escupe en la cara. Mientras el país se desangra, vemos la imagen de la vanidad tóxica: la morra “buchona” o influencer de petatiux posando en el espejo, preocupada por el filtro y el silicón, mientras a su lado, en la misma realidad mexicana, un niño pequeño, un verdadero héroe trágico, se parte el lomo cargando un huacal de verduras más grande que él para poder comer. ¡Qué poca madre de sociedad estamos construyendo!
Pareciera que hasta la naturaleza y la ciencia se volvieron locas. ¿Vieron eso de la radiografía con una cadena entera en la panza de alguien? ¿O el cerdo ese fisicoculturista todo deforme que parece salido de una pesadilla nuclear? ¡El mundo está de cabeza, raza!
CONCLUSIÓN: UN GRITO DESESPERADO
El fin de semana cierra con un sabor amargo, metálico, a plomo, sangre y lágrimas. Esas 400 bolsas no son solo números, son 400 familias destrozadas.
México está herido de muerte, valedores. Esa “TRISTEZA NACIONAL” de la foto es real, se palpa en la calle, en el metro, en la mirada de la gente. Ya basta de cortinas de humo, ya basta de normalizar el horror.
Solo nos queda persignarnos, abrazar a los nuestros hoy que los tenemos, y exigir que esto pare. Porque si no, la próxima vez, la bolsa podría ser para uno de nosotros. ¡Cuídense mucho, que la cosa está que arde y el diablo anda suelto sin mecate! Seguiremos informando desde la trinchera, si es que el susto y la rabia nos lo permiten.