NOTICIA IMPACTANTE | esto es lo que sufre esta mujer por su expareja… ver más

 

 

¡ALERTA ROJA, MÉXICO! EL INFIERNO TIENE NOMBRE Y APELLIDO: “ESTO ES LO QUE SUFRE ESTA MUJER POR SU EXPAREJA”. LA NOTICIA IMPACTANTE QUE DESTAPÓ UNA CLOACA DE TERROR MACHISTA, CELOS ENFERMIZOS Y UN DESENLACE QUE NI EN LA PEOR PESADILLA DE LA “ROSA DE GUADALUPE” SE ATREVIERON A IMAGINAR. ¡PÁSALE, PÁSELE Y ENTÉRESE DEL HORROR QUE SACUDIÓ AL BARRIO!

SUBTÍTULO DE IMPACTO: Mientras el internet te quiere distraer con virus de famosas, accidentes carreteros y la vanidad de las “buchonas” de Instagram, la verdadera tragedia se cocina a fuego lento en las casas de interés social. Un clic en ese “Ver más” nos abrió la puerta a una historia de dolor puro que tiene a los doctores con el Jesús en la boca y a la “raza” pidiendo justicia a gritos. ¡Agárrense que esto está más fuerte que el tequila en ayunas!

POR: “EL TUNDEMÁQUINAS” RAMÍREZ / CRÓNICA ROJA DEL DESAMOR / DESDE LA TRINCHERA DEL DOLOR AJENO.

CIUDAD DE MÉXICO, LUNES NEGRO DE CRUDA REALIAD.— ¡Ay, nanita, mis valedores! Si usted, amable lector de estómago curtido y nervios de acero, pensaba arrancar la semana tranquilo, mejor siéntese bien, échese un trago de algo fuerte pa’l susto y persígnese tres veces al revés. Porque el chisme que les traemos hoy, sacado de las profundidades de ese internet que a veces quisiéramos que no existiera, está para enchinarle el cuero al más pintado.

Amanecemos con el alma en un hilo. Ustedes saben cómo es esto: uno abre el “Feis” para ver memes y distraerse de la correteada de la chuleta, y de repente, ¡PUM! El bombazo informativo te salta a la yugular. Entre el collage del horror nacional que ya es costumbre —que si el camionazo, que si la “Tristeza Nacional” de los abuelitos que nos parten el corazón, que si las cosas raras que la gente se traga—, hubo un titular chiquito pero venenoso, con letras rojas que gritaban peligro, que nos obligó a detener el dedo: “NOTICIA IMPACTANTE | esto es lo que sufre esta mujer por su expareja… ver más”.

¡Ese maldito “Ver más”! Ese botoncito azul del demonio es la entrada al morbo, pero esta vez, mis cuates, esta vez no era chisme barato. Esta vez, al darle clic, nos topamos con la cara más fea del amor tóxico en nuestro México mágico y trágico.

CRÓNICA DE UN MARTIRIO ANUNCIADO: LA LUPITA Y EL “ALACRÁN”

La protagonista de este calvario no es una actriz de telenovela, no señor. Es una de nosotros. Llamémosla “Lupita N.”, para proteger lo poco que le queda de dignidad tras el infierno vivido. Una morra chambeadora, de esas que se levantan a las 5 de la mañana para vender jugos y tamales, con sueños sencillos y un corazón demasiado grande para su propio bien.

¿Y él? ¡Ah, el “angelito”! Un tal Brayan Rogelio, alias “El Alacrán” en las calles de su colonia popular. Un vato de esos que presumen tenis de marca (piratas, claro) y que se sienten dueños de la banqueta. La clásica historia: al principio todo era miel sobre hojuelas, flores robadas del panteón y promesas de “te voy a bajar la luna y las estrellas, mi reina”. Pero el cuento de hadas se convirtió en película de terror gore más rápido que lo que canta un gallo.

Los celos del “Alacrán” no eran normales, raza. Eran de esos celos podridos que asfixian. Que si por qué saludaste al carnicero, que si por qué te pintaste los labios, que si por qué respiras. La Lupita, queriendo llevar la fiesta en paz, aguantó vara. Aguantó los gritos, los empujones, las revisadas de celular a medianoche. Pero lo que el titular prometía como “sufrimiento” iba mucho más allá de un ojo morado.

EL GABINETE DE LOS HORRORES DOMÉSTICOS: ¿BRUJERÍA O MALDAD PURA?

Cuando la Lupita finalmente agarró valor y lo mandó a volar, el “Alacrán” no se lo tomó bien. “Si no eres mía, no serás de nadie, perra”, dicen las vecinas chismosas que le gritó antes de azotar la puerta de lámina.

Y ahí empezó el verdadero calvario. No fue una golpiza lo que la mandó al hospital, fue algo más retorcido. La imagen chiquita al lado del texto en el celular muestra una espalda marcada, una piel que parece quemada por dentro.

Resulta que el infeliz, en los últimos meses de su “relación”, la había estado “curando”. Le daba a tomar unos tés raros y unas supuestas vitaminas traídas “del otro lado” para que ella estuviera siempre “chula para él”. ¡Puras mentiras!

Cuando la Lupita llegó a Urgencias del Hospital General la madrugada del sábado, los médicos no daban crédito. La mujer se retorcía del dolor, su piel estaba grisácea y le brotaban unas ronchas que parecían quemaduras de cigarro, pero desde adentro hacia afuera.

Los análisis toxicológicos preliminares arrojaron una mezcla que haría vomitar a una cabra: pequeñas dosis de veneno para ratas, vidrio molido casi polvo y hierbas que las abuelas del barrio identifican como usadas para “amarres negros” y trabajos de santería mal vibrosa.

¡El muy hijo de la tiznada la estaba envenenando lentamente! La quería marcar, la quería dejar inservible, como un objeto roto que nadie más quisiera levantar. Eso, mis valedores, es lo que “sufre esta mujer por su expareja”. Un daño interno, físico y el alma hecha pedazos por confiar en el monstruo equivocado.

EL CONTEXTO PODRIDO: MIENTRAS LUPITA SE MUERE, EL CIRCO SIGUE

Y aquí es donde a uno le hierve la sangre de pura indignación. Porque el caso de la Lupita no sucede en el vacío. Sucede en este México surrealista que vemos en el resto del collage de noticias.

Mientras esta mujer lucha por su vida, conectada a máquinas para limpiarle la sangre, ¿qué hace el resto del país? El internet se burla con fotos de un “cerdo fisicoculturista” deforme, las “buchonas” siguen subiendo fotos en el espejo del baño presumiendo las nalgas operadas y la vanidad tóxica, ajenas al dolor real. Vemos tragedias en carretera donde familias enteras se deshacen entre fierros retorcidos, y vemos la miseria de un niño cargando un huacal más pesado que él.

Todo está conectado, raza. La violencia del “Alacrán” contra la Lupita es la misma violencia que nos tiene jodidos a todos. Es la falta de educación, es la cultura machista que nos dice que la mujer es propiedad, es la impunidad que permite que tipos como ese anden sueltos.

JUSTICIA PARA LUPITA: ¡QUE SE ABRA LA TIERRA Y SE TRAGUE AL MONSTRUO!

Hoy, el “Alacrán” está prófugo. Se esfumó como la rata que es en cuanto supo que la Lupita no se murió y que los doctores dieron parte al Ministerio Público. La fiscalía, como siempre, “ya abrió una carpeta de investigación”, que en idioma mexicano significa que van a archivar el caso hasta que se les olvide o hasta que la prensa deje de chingar.

Pero nosotros no vamos a olvidar. Ese “Ver más” nos obligó a ver la realidad. La Lupita va a quedar marcada de por vida, por dentro y por fuera. Su hígado y sus riñones están tocados. Su confianza en la humanidad, destrozada.

Así que, si ven al “Alacrán”, no se hagan de la vista gorda. Denúncienlo. Y a ustedes, mijitas, que me están leyendo: si el vato les dice qué ponerse, con quién hablar o les da “tecitos” raros, ¡corran, carajo, corran como si hubieran visto al mismo diablo! Porque el amor no duele, el amor no envenena.

Seguiremos informando sobre el estado de salud de nuestra valedora Lupita, porque su dolor es el dolor de todas. ¡Ni una más, cabrones, ni una más!