Médicos revelan que el consumo diario de huevo produce in…Ver más

 

¡PÁRENLE A SUS PRENSAS Y SUELTEN ESE DESAYUNO AHORA MISMO! LA NOTICIA QUE VA A SACUDIR TU COCINA, TU SALUD Y HASTA TU BOLSILLO HA LLEGADO. ¿AMANTE DE LOS HUEVOS? ¡AGÁRRATE, PORQUE ESTO TE VA A DOLER MÁS QUE UN GOLPE EN EL CODO!

TÍTULO EXPLOSIVO: ¡BOMBAZO MÉDICO! DESTAPAN LA VERDAD OCULTA DETRÁS DEL HUEVO DIARIO: REVELAN QUE PRODUCE “IN…” ¡EL FINAL DE ESTA FRASE TE VA A HELAR LA SANGRE Y TE HARÁ CORRER AL BAÑO… O AL HOSPITAL!

SUBTÍTULO DE IMPACTO: Todos vimos ese titular maldito que nos dejó con el Jesús en la boca: “Médicos revelan que el consumo diario de huevo produce in…Ver más”. ¡Ese pinche “Ver más” que nos quitó el sueño! Pues hoy, en exclusiva y sin censura, te traemos la neta del planeta. Olvida lo que creías saber. Los expertos han hablado y su veredicto es tan aterrador que vas a pensar dos veces antes de estrellar otro huevo en tu sartén. ¡Pásale y entérate del chisme médico que las grandes empresas no quieren que sepas!

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POR: EL TUNDEMÁQUINAS RAMÍREZ / CRÓNICA DE SALUD Y TERROR ALIMENTICIO

CIUDAD DE MÉXICO (DONDE EL HUEVO ES REY… HASTA AHORA).– ¡Ay, nanita! Mis valedores, prepárense para la noticia más indigesta del año. Si usted es de los que, como su servilleta, no perdona sus huevitos rancheros, sus divorciados, a la mexicana, o simplemente revueltos con jamón todas las mañanas, ¡siéntese bien y tómese un bolillo pal’ susto!

Ese mensajito que circuló en redes sociales como pólvora, ese titular cortado que nos dejó picados a todos: “Médicos revelan que el consumo diario de huevo produce in… Ver más”, no era una broma del Día de los Inocentes. ¡Era la antesala del apocalipsis nutricional!

Y es que el huevo, ese noble alimento, barato, fácil de preparar y que nos saca del apuro cuando la quincena anda flaca, ha sido nuestro fiel compañero de batalla. ¡Lo amamos! Pero parece que ese amor nos está saliendo carísimo, ¡y no hablo del precio del kilo en el mercado!

LA REVELACIÓN QUE NADIE VIO VENIR: ¡NO ES EL COLESTEROL, ES PEOR!

Durante años nos trajeron asoleados con el cuento del colesterol. Que si la yema tapa las arterias, que si máximo tres a la semana. Luego salieron otros “expertos” a decir que no, que era pura proteína de la buena, que le diéramos vuelo a la hilacha. ¡Nos traen como calzón de mesera, para arriba y para abajo!

Pero esta nueva investigación, salida de las universidades más picudas del extranjero (de esas donde los doctores sí usan bata blanca de verdad y no la del Dr. Simi), ha destapado una cloaca que nadie se imaginaba.

¿Listos para el madrazo? ¿Seguros que quieren saber qué hay detrás del “Ver más”?

Ahí les va, sin anestesia: Médicos revelan que el consumo diario de huevo produce IN… ¡INFLAMACIÓN CRÓNICA Y RESISTENCIA A LA INSULINA!

¡PUM! ¡Tómala, barbón!

“¡Achis, achis, los mariachis! ¿Y eso con qué se come?”, se preguntarán ustedes. Pues agárrense, porque esto no es juego.

LA BACTERIA TRAIDORA QUE VIVE EN TU INTESTINO

La cosa está así de gacha: resulta que no es el huevo en sí el villano de la película, sino lo que pasa cuando llega a nuestra panza. Tenemos en el intestino unas bacterias (la famosa flora intestinal) que normalmente son chidas y nos ayudan a digerir los tacos de tripa. Pero hay un grupo de estas bacterias que son como los “Judas” de la digestión.

Cuando tú te comes tus huevitos diarios, estas bacterias traidoras agarran un nutriente del huevo llamado colina (que en teoría es bueno para el cerebro) y lo transforman en una sustancia tóxica llamada N-óxido de trimetilamina. ¡El nombrecito está para trabalenguas, pero sus efectos están para llorar!

Esta sustancia tóxica se va directo a tu sangre y empieza a hacer un desmadre silencioso. Es como si metieras a un grupo de porros a una fiesta fifí. Empiezan a romper todo por dentro.

EL INFIERNO SILENCIOSO DE LA INFLAMACIÓN CRÓNICA

Esta sustancia provoca que tu cuerpo viva en un estado de INFLAMACIÓN CRÓNICA. No es la inflamación de cuando te pegas en el dedo chiquito del pie. Es una inflamación interna, invisible, que no duele al principio, pero que es la raíz de todos los males modernos.

Tus arterias se inflaman, tus órganos se inflaman. Es como si tu cuerpo estuviera en guerra permanente consigo mismo. Y esta guerra, a la larga, es la que abre la puerta a enfermedades que nos dan pavor:

• Enfermedades del corazón: Las arterias inflamadas se llenan de sarro más rápido. ¡Adiós bomba, hola infarto!

• Artritis y dolores articulares: ¿Te duelen las rodillas y no sabes por qué? ¡Échale la culpa a los huevitos de la mañana!

• Envejecimiento prematuro: ¡Sí, raza! Te vas a arrugar más rápido que una pasa al sol.

LA OTRA BOMBA: RESISTENCIA A LA INSULINA (EL PRELUDIO DE LA DIABETES)

Pero si la inflamación no fuera suficiente, aquí viene la segunda parte del terror: la RESISTENCIA A LA INSULINA.

La sustancia tóxica que producen esas bacterias traidoras hace que tus células se vuelvan “sordas” a la insulina. La insulina es la llave que permite que el azúcar entre a las células para usarla como energía. Si tus células no le hacen caso a la insulina, el azúcar se queda en la sangre.

¿Y qué pasa cuando tienes el azúcar alta en la sangre todo el tiempo? ¡BINGO! Estás comprando boleto directo y sin escalas a la DIABETES TIPO 2.

Imagínate el cuadro: tú pensando que eres muy sano por desayunar tus claras de huevo con espinacas, y en realidad estás pavimentando el camino para terminar inyectándote insulina y con riesgo de que te corten un pie. ¡Qué pesadilla, me cae!

¡ENTONCES, ¿QUÉ COMEMOS?! EL PÁNICO EN LAS COCINAS MEXICANAS

La noticia ha caído como bomba en los hogares mexicanos. Las jefecitas ya no saben qué darle de desayunar a los chamacos antes de irse a la escuela. Los godínez están en shock porque su desayuno de oficina (torta de huevo) ahora es veneno puro. Los fisicoculturistas del gimnasio están llorando en los vestidores porque su fuente principal de proteína es ahora el enemigo.

“¡No puede ser, si mi abuelo comía tres huevos diarios y vivió hasta los 90!”, grita Don Chente desde la tiendita de la esquina.

Pues sí, Don Chente, pero su abuelo también araba la tierra de sol a sol y no comía Cheetos ni tomaba Coca-Cola de tres litros. Nuestra flora intestinal ya no es la misma, está más amolada por la comida chatarra, y por eso ya no aguantamos el ritmo.

¿HAY ESPERANZA? ¿O NOS CONDENAMOS A LA AVENA CON AGUA?

A ver, raza, tampoco se trata de tirar todas las carteras de huevo a la basura ahorita mismo (además, con lo caro que está, ¡sería un pecado!). Los médicos, después de soltarnos este bombazo que nos dejó noqueados, nos dan una luz al final del túnel.

El problema es el CONSUMO DIARIO Y EXCESIVO. La palabra clave aquí es MODERACIÓN, esa que a los mexicanos nos cuesta tanto trabajo entender.

• Bájale dos rayitas: No te comas tres huevos diarios. Con tres o cuatro A LA SEMANA es más que suficiente y tu cuerpo te lo agradecerá.

• Varíale al menú: ¡No seas aburrido! Hay vida más allá del huevo. Métele a los frijolitos, a los nopales, a la avena, a las frutas. Tu flora intestinal necesita variedad para no ponerse punk.

• Cuida tus bacterias: Come yogurt, búlgaros, fibra. Trata bien a tus bacterias buenas para que mantengan a raya a las traidoras que transforman el huevo en veneno.

CONCLUSIÓN: LA VERDAD DUELE, PERO CURA

Ahí lo tienen, mis valedores. El misterio del “Ver más” ha sido revelado y la neta, nos dejó con un mal sabor de boca. El huevo no es el santo que creíamos, pero tampoco tiene que ser el diablo si lo tratamos con respeto.

Esta noticia es un llamado de atención brutal. Es momento de dejar de comer en automático y empezar a pensar qué le estamos metiendo a la carrocería. Porque la neta, nadie quiere terminar sus días inflamado, diabético y extrañando un buen par de huevos estrellados.

Así que ya saben: bájenle al consumo, cuiden la panza y ¡pasen la voz! Que esta información vale oro molido para la salud del barrio. ¡Seguiremos informando, si es que no nos da el patatús del susto!