He aquí las graves consecuencias de dormir con… Ver más

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¡MÉXICO BAJO FUEGO Y LÁGRIMAS! CRÓNICA DE UN FIN DE SEMANA APOCALÍPTICO: ENTRE EL INFIERNO CARRETERO, LA VANIDAD DEL “LIKE” Y LOS MONSTRUOS QUE ACECHAN EN LA NOCHE

SUBTÍTULO: La huesuda no tuvo piedad y se soltó el chongo este fin de semana. Un brutal choque de autobús que calcinó decenas de sueños, niños inocentes tragados por la tierra y la violencia, y fenómenos inexplicables marcan 72 horas de terror puro. Mientras el país se viste de luto y la “Tristeza Nacional” nos dobla las rodillas, otros prefieren el circo de las redes sociales, ajenos al dolor que desangra a la patria. Pásale, pásele y entérese del horror que sacude a la raza.

POR: “EL CHALE” RODRÍGUEZ / LA VOZ DEL BARRIO / ALERTA ROJA MÉXICO

CIUDAD DE MÉXICO, LUNES DE RESACA TRÁGICA.— Si usted, amable lector, pensaba que ya lo había visto todo en este valle de lágrimas, agárrese fuerte y siéntese, porque este fin de semana el Diablo decidió cambiar de código postal y venirse a vivir a México y sus alrededores. Amanecemos este lunes con el alma en un hilo y el corazón estrujado, con una cruda moral que no se cura con unos chilaquiles picosos. La sensación general es de una “TRISTEZA NACIONAL” profunda, como si una nube negra se hubiera estacionado sobre nuestras cabezas. Y no es para menos, mi gente, porque lo que acabamos de vivir parece sacado de la mente retorcida de un guionista de cine gore, pero desgraciadamente, es la pura y neta realidad que nos golpea en la cara sin avisar.

EL INFIERNO TIENE CÓDIGO POSTAL: LA CARRETERA DE LA MUERTE Y LAS AGUAS MALDITAS

Todo comenzó con el rugido de la bestia en el asfalto y la furia del cielo. Lo que prometía ser un fin de semana cualquiera, terminó convirtiéndose en una sucursal del mismísimo averno. Las carreteras, esas venas abiertas por donde circula la vida y la muerte, se tiñeron de rojo intenso.

Las imágenes que nos llegan son dantescas, de esas que te quitan el sueño y te hacen persignarte aunque no seas creyente. En un tramo carretero olvidado por Dios, la imprudencia y la velocidad cobraron la factura más alta. Un autobús de pasajeros, de esos que mueven a la raza trabajadora que busca el pan de cada día, terminó convertido en un amasijo de hierros retorcidos. La escena era brutal: los cuerpos de las víctimas, cubiertos con esas frías sábanas térmicas plateadas, yacían sobre el pavimento caliente mientras los equipos de rescate, con la impotencia en el rostro, trataban de entender qué demonios pasó [image_18.png]. ¡Una verdadera masacre sobre ruedas que enluta a decenas de hogares!

Pero si el fuego no te agarra, el agua te ahoga. La madre naturaleza anda enojada y nos lo hizo saber con huracanes monstruosos que se ven desde el espacio como ojos del diablo [image_15.png]. Las lluvias torrenciales azotaron con una furia bíblica, convirtiendo calles en ríos caudalosos. Vimos colonias enteras bajo el agua, autos de lujo y carcachas flotando como juguetes en una sopa tóxica, y a familias enteras trepadas en los techos de sus casas, pidiendo auxilio a gritos mientras lanchas improvisadas intentaban rescatar lo poco que quedaba [image_7.png]. ¡Es el fin del mundo, parientes, y nos agarró sin paraguas!

Y como si no fuera suficiente estrés, la violencia vial también hizo de las suyas. ¿Qué nos pasa, raza? En pleno día, una discusión de tráfico se calentó de más y terminó con una camioneta de lujo volcada panza arriba en una zanja. La gente ya no tiene paciencia, traen el diablo adentro y por cualquier cerrón se arman los trancazos que terminan en tragedia [image_12.png]. Y en otro punto, el cuerpo de un hombre quedó tirado a la orilla del camino, como si fuera basura, mientras los curiosos miraban sin saber si taparlo o correr [image_8.png]. ¡Ya no hay respeto por la vida!

CRIMEN, DOLOR Y LOS MONSTRUOS DE VERDAD

Pero lo que más nos rompe el alma, lo que nos hace perder la fe en la humanidad, es cuando la maldad se ensaña con los más inocentes. El corazón de México se detuvo al conocer el caso de la pequeña Kimberly. ¡No tienen madre! Un angelito cuyo cuerpo fue hallado con signos de una violencia que no podemos ni describir aquí. La imagen de sus familiares destrozados, llorando sobre la tierra que la vio nacer, es algo que ningún padre debería ver jamás [image_19.png]. ¡Justicia para Kimberly! ¡Qué los refundan en el bote a los desgraciados que le hicieron eso!

La tierra parece estar escupiendo a sus muertos. En parajes solitarios, la policía y peritos fueron captados escarbando, buscando los restos de aquellos que un día salieron por cigarros y jamás volvieron, dejando un vacío eterno en sus familias [image_20.png]. Las fichas de búsqueda tapizan los postes y las redes sociales, como la del joven Emiliano Ignacio, un morro trabajador de 29 años que desapareció sin dejar rastro, dejando su moto abandonada y a una familia en la incertidumbre total [image_0.png]. ¿Dónde están? ¿Quién se los llevó?

Mientras tanto, los malandros siguen haciendo de las suyas, posando cínicamente para las cámaras. Vimos las jetas de tipos como el tal “Junior 30”, enfundado en un chaleco táctico como si fuera Rambo de petatiux, presumiendo su vida chueca [image_24.png]. La policía hace lo que puede, atorando a mujeres involucradas en el crimen, algunas sacadas de sus casas en pleno operativo [image_3.png] y otras esposadas y marchando en shortcito de mezclilla rumbo al fresco bote [image_10.png]. El crimen no respeta género, mi gente.

Y el mundo allá afuera no está mejor. Vemos barcos petroleros ardiendo en medio del mar, tomados por fuerzas militares en operativos de película [image_1.png], y las tensiones políticas entre los meros meros del mundo, con Maduro señalando con su dedote, Trump con cara de pocos amigos y la política internacional convertida en un circo de tres pistas [image_5.png]. ¡Estamos fritos por todos lados!

ENIGMAS MÉDICOS Y EL TERROR NOCTURNO

Pero no solo la violencia nos mata, el propio cuerpo humano nos traiciona de formas horribles. Los hospitales están llenos de historias que te ponen la piel de gallina. ¿Qué clase de brujería es esta? Vimos el caso de una joven mujer cuya piel se llenó de extrañas y aterradoras protuberancias, una enfermedad misteriosa que desafía a los doctores y nos recuerda lo frágiles que somos [image_21.png].

Las salas de urgencias son testigos del dolor puro. Piernas hinchadas y rojas a punto de reventar por infecciones gachas [image_14.png], cirugías brutales donde los pies quedan remendados con alambres y tornillos como si fueran Frankenstein, o de plano, dedos negros por la gangrena que terminan en amputación. ¡Híjole, qué dolor! [image_26.png]. Y qué decir de las venas saltadas en las manos de nuestros viejitos, mapas de una vida dura de trabajo [image_9.png].

Pero el terror no termina cuando cierras los ojos. Muchos reportan que “se les sube el muerto”, esa parálisis del sueño donde sientes que una sombra demoníaca te oprime el pecho y no puedes gritar. ¿Será el estrés de vivir en este México bárbaro o de plano ya nos cargó el payaso con cosas del más allá? [image_23.png, image_25.png].

EL CIRCO DE LA VANIDAD: MIENTRAS EL PAÍS ARDE, ELLAS POSAN

Y aquí es donde a uno le hierve la sangre, parientes. Porque mientras el país se nos cae a pedazos, mientras las madres lloran en los semefos y el luto envuelve a miles de hogares con moños negros [image_17.png, image_22.png], el circo de la vanidad y la frivolidad sigue su función a todo volumen en las redes sociales.

¡Qué poca vergüenza! Vemos a disque enfermeras más preocupadas por enseñar las curvas y tomarse fotos sexys en pleno hospital, usando a los pacientes de utilería, en lugar de estar salvando vidas. ¡Respeta el uniforme, mija! [image_13.png]. Otras morras se la pasan subiendo selfies a cada rato, buscando el “like” fácil, ajenas totalmente a la realidad que las rodea [image_4.png].

La gente está más pendiente de si Hilary Duff se ve buenota en el gimnasio o saliendo de compras, analizando cada centímetro de su cuerpo [image_6.png], o compartiendo memes estúpidos de monjas que se vuelven cardenales [image_11.png], y hasta reviviendo teorías conspirativas de que si Michael Jackson sigue vivo en su ataúd de oro [image_16.png]. ¡Por Dios, raza! ¿En qué mundo viven? Mientras ustedes comparten tonterías, hay gente que no amaneció hoy.

El contraste es brutal y nos cachetea la cara. Es un México de contrastes dolorosos. Un fin de semana para el olvido, marcado por la sangre, el agua y la estupidez humana. Prendan una veladora por los que ya no están, abracen fuerte a los suyos y si salen a la calle, persígnense doble, porque la cosa está que arde. ¡Qué Dios nos agarre confesados a todos! Seguiremos informando… si es que la realidad nos lo permite y no nos lleva la tristeza antes.

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