Presidenta de México lanza duras palabras a Trump hoy e…ver mas

¡PÁRENLE A SUS RELOJES Y AGÁRRENSE DE DONDE PUEDAN PORQUE SE ACABA DE ARMAR LA DE DIOS ES CRISTO EN PALACIO NACIONAL!
¡EL RUGIDO DE MÉXICO CIMBRA WASHINGTON! LA PRESIDENTA SHEINBAUM NO SE GUARDA NADA, EXPLOTA CONTRA TRUMP Y LE PONE UN “HASTA AQUÍ” QUE RETUMBA EN TODO EL CONTINENTE. ¡SE ACABÓ LA DIPLOMACIA DE PASTEL, ESTO ES LA GUERRA VERBAL!
SUBTÍTULO DE IMPACTO: Lo que parecía un lunes tranquilo se convirtió en el epicentro de un terremoto político de escala Richter incalculable. Ese titular que viste a medias en tu celular, ese que decía “Presidenta de México lanza duras palabras a Trump hoy e…ver mas”, no era clickbait barato, ¡era la antesala del infierno diplomático! Ante las nuevas y brutales amenazas del magnate gringo contra nuestra soberanía, la mandataria mexicana se fajó las faldas y soltó una respuesta tan contundente que dejó a los asesores de la Casa Blanca pidiendo Tafil. ¿Qué fue lo que dijo que tiene al dólar temblando y a la frontera al rojo vivo? Pásale, pásele y entérate del chisme político más caliente del año, aquí mero, sin pelos en la lengua.
POR: “EL TUNDEMÁQUINAS” RAMÍREZ / CRÓNICA POLÍTICA DESDE EL OJO DEL HURACÁN / CIUDAD DE MÉXICO, EN UN DÍA QUE PASARÁ A LA HISTORIA.
¡Ay, nanita, mis valedores! Si ustedes estaban preocupados por si alcanzaban a pagar la tanda o por el tráfico del periférico, olvídense de eso. Los problemas de verdad acaban de empezar y tienen nombres y apellidos de peso pesado. Siéntense bien, échense un trago fuerte pa’l susto y persígnese tres veces al revés, porque lo que acaba de ocurrir entre México y Estados Unidos no se había visto en décadas.
El horno no estaba para bollos desde que Donald Trump regresó a la silla grande allá en el gabacho. Todos sabíamos que el “Tío Donaldo” venía recargado y con ganas de agarrarnos de su piñata favorita otra vez. Pero nadie, absolutamente nadie, esperaba que la respuesta mexicana fuera de este calibre.
LA GOTA QUE DERRAMÓ EL VASO: EL BERRINCHE MATUTINO DEL GÜERO
Todo comenzó muy temprano hoy. Mientras aquí apenas nos estábamos echando la guajolota, allá en Washington, Trump amaneció de malas. En uno de sus ya clásicos arranques de furia en redes sociales, el presidente gringo lanzó una amenaza que heló la sangre de toda la franja fronteriza.
Palabras más, palabras menos, el güero dijo que estaba harto y que, si México no “sellaba herméticamente” su frontera sur en un plazo ridículo de 24 horas, él iba a ordenar el cierre total de los puentes internacionales y, agárrense, imponer aranceles del 100% a todo producto mexicano que intentara cruzar, desde los aguacates hasta los coches. ¡Hazme el rechingado favor! Una declaración de guerra comercial en toda regla.
El pánico empezó a correr. Los mercados financieros dieron un brinco, el súper peso se puso pálido del susto y en los noticieros ya se hablaba de la catástrofe económica inminente. Se necesitaba una respuesta rápida, pero sobre todo, se necesitaba una respuesta con pantalones.
EL CONTRAATAQUE MEXICANO: SHEINBAUM SACA LAS GARRAS Y NO PIDE PERMISO
Y ahí fue donde la puerca torció el rabo, mi gente. Si Trump pensó que en Palacio Nacional se iban a esconder bajo el escritorio o a mandar una cartita diplomática pidiendo “por favorcito”, se topó con pared de concreto armado.
La Presidenta Claudia Sheinbaum no esperó a su conferencia mañanera del día siguiente. Convocó a un mensaje extraordinario en cadena nacional. Su semblante lo decía todo: estaba enchilada, y no de las que pican poquito. Con la bandera nacional de fondo y una mirada que atravesaba la cámara, la mandataria soltó la bomba.
El titular que vieron en redes se quedó corto. No fueron “duras palabras”, fue una metralla de verdades incómodas.
“México no es ni será jamás el patio trasero de nadie, ni mucho menos rehén de berrinches electorales ajenos”, soltó de entrada la Presidenta, con una voz firme que retumbó en los parlantes de todo el país. “Las amenazas proferidas hoy por el Presidente Donald Trump son inaceptables, violatorias del derecho internacional y demuestran una ignorancia supina de la profunda integración que existe entre nuestras naciones”.
¡Tómala, barbón! Pero eso era solo el calentamiento. Sheinbaum estaba apenas agarrando vuelo. Le recordó al gringo que nuestra economía es vital para ellos y que si nosotros nos hundimos, ellos se van al hoyo con nosotros.
EL MISTERIO DEL “VER MÁS” REVELADO: LA AMENAZA MEXICANA QUE NADIE VIO VENIR
Y aquí viene lo mero bueno, raza. ¿Qué había detrás de esos puntitos suspensivos en el titular viral? ¿Qué fue lo que realmente hizo que a los gringos se les cayera el café de las manos?
Pues resulta que la Presidenta no se quedó en el discurso bonito de la soberanía. Pasó a la ofensiva. Después de calificar a Trump de “irresponsable” y “matón de barrio”, Sheinbaum soltó el ultimátum mexicano.
EXIGIÓ una retractación pública inmediata de las amenazas de cierre fronterizo. Y aquí viene el bombazo: Advirtió que, si Estados Unidos impone un solo dólar de arancel injustificado a nuestros productos, México responderá en menos de 24 horas con “medidas espejo” quirúrgicas y devastadoras.
“Tenemos lista una batería de aranceles dirigidos específicamente a los estados que conforman la base electoral del señor Trump”, declaró la Presidenta sin titubear. “Si quieren guerra comercial, la tendrán, y les aseguro que el dolor será mutuo. No vamos a permitir que se use a nuestro pueblo como moneda de cambio política. ¡A México se le respeta, carajo!”.
¡Pum! Se oyó el micrófono caer metafóricamente. Fue una jugada maestra, pegarle donde más le duele al magnate: en los votos de sus granjeros y productores que dependen de vendernos a nosotros.
EL PAÍS EN SHOCK Y LA TENSIÓN AL MÁXIMO
La transmisión terminó y el país se quedó mudo por un segundo antes de explotar en reacciones. En las calles no se habla de otra cosa. Algunos aplauden la valentía de la “Jefa”, diciendo que ya era hora de que alguien le pusiera un alto al bravucón del norte. “¡Eso, chingao! ¡Así se defiende la patria!”, gritaba un taxista emocionado escuchando el radio.
Otros, más temerosos, están con el Jesús en la boca pensando en las represalias. “¿Y si el loco ese se enoja más y de veras nos cierra la frontera mañana?”, se preguntaba una señora en el mercado, preocupada por si iban a subir los precios.
Los analistas políticos están que no les calienta ni el sol. Coinciden en que es el momento de mayor tensión entre México y Estados Unidos en décadas. El teléfono rojo entre CDMX y Washington debe estar derretido a estas horas.
¿QUÉ SIGUE? LA MONEDA ESTÁ EN EL AIRE
El balón está ahora en la cancha de Trump. El hombre que no tolera que nadie le levante la voz acaba de recibir un regaño monumental en cadena internacional. ¿Se quedará callado? ¡Ja! Es más probable que nieve en Acapulco.
Se espera una respuesta furibunda desde la Casa Blanca en las próximas horas o minutos. Podría ser un tuit incendiario en la madrugada o una conferencia de prensa llena de insultos.
México está en alerta máxima. La cancillería trabaja a marchas forzadas, los empresarios están en reuniones de emergencia y el pueblo… el pueblo está a la expectativa, entre el orgullo nacionalista y el miedo real a una crisis económica.
Lo único seguro es que hoy, la Presidenta de México pintó una rayaota en la arena. Se acabaron los tiempos de agachar la cabeza. Esto se va a poner color de hormiga brava, mis valedores. Preparen las palomitas (y los rosarios), porque este pleito de titanes apenas comienza y promete ser más dramático que el final de “Cuna de Lobos”.
¡Seguiremos informando desde la trinchera, si es que no nos cortan el internet antes! ¡Viva México, cabrones, y que Dios nos agarre confesados!