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Yolanda Saldívar asombra al mundo al confesar que Selena no era… Ver más

Yolanda Saldívar asombra al mundo al confesar que Selena no era… Ver más

 

¡PÁRENLE A SUS ROTATIVAS Y AGÁRRENSE DE DONDE PUEDAN PORQUE SE NOS VIENE EL MUNDO ENCIMA! ¡EL CHISME DEL MILENIO ACABA DE EXPLOTAR DESDE LA CÁRCEL!

SUBTÍTULO DE INFARTO: LA ASESINA MÁS ODIADA DE MÉXICO Y TEXAS ROMPE EL SILENCIO CON UNA BOMBA ATÓMICA QUE AMENAZA CON DESTRUIR EL LEGADO DE LA REINA DEL TEX-MEX. ¿SANTA O DEMONIO? ¡LA VERDAD OCULTA QUE NOS HAN ESCONDIDO POR DÉCADAS SALE A LA LUZ Y TE VA A HELAR LA SANGRE!

POR: “EL TUNDEMÁQUINAS” RAMÍREZ / CRÓNICA ROJA INTERNACIONAL

CIUDAD DE MÉXICO / CORPUS CHRISTI. — ¡Ay, nanita, mis valedores! Si ustedes pensaban que ya lo habían visto todo en este valle de lágrimas, si creían que el 2024 no podía ponerse más bizarro, les tengo una noticia que los va a hacer escupir el café y persignarse tres veces al revés con la mano izquierda. Siéntense bien, porque lo que acaba de soltar esa mujer, sí, ESA mujer cuyo nombre nos da roña pronunciar, está más fuerte que un tequila doble en ayunas.

El internet colapsó hace unas horas. Un titular, incompleto y venenoso como mordida de víbora, empezó a circular en redes sociales, dejando a millones con el corazón en la garganta y el dedo temblando sobre la pantalla: “Yolanda Saldívar asombra al mundo al confesar que Selena no era… Ver más”.

¡Ese maldito “Ver más”! Esa elipsis del demonio que escondía la madre de todas las confesiones. ¿Qué no era Selena? ¿No era feliz? ¿No era natural? ¿No era humana? Las teorías conspirativas volaron más rápido que el chisme en lavadero. Pero nadie, absolutamente nadie, estaba preparado para la ponzoña que salió de la boca de la reclusa más famosa de la Unidad Mountain View en Gatesville, Texas.

Hoy, en su periódico de confianza, destapamos la cloaca. Le dimos clic a ese enlace maldito y te traemos la crónica completa, sin censura y con todo el veneno, de la entrevista clandestina que ha puesto de cabeza al universo grupero.

LA ENTREVISTA DEL INFIERNO: LA VÍBORA SACA LA LENGUA

Han pasado casi tres décadas desde aquel fatídico día en el motel Days Inn que nos arrebató a la flor más bella. Yolanda Saldívar, con el pelo canoso, la piel curtida por el encierro y esa mirada fría que no ha cambiado ni un ápice, decidió que era hora de hablar antes de su posible (y muy polémica) elegibilidad para libertad condicional en 2025.

En una entrevista que huele a desesperación y manipulación de aquí a China, concedida a un medio sensacionalista gringo a través de un teléfono de contrabando (¡hágame usted el rechingado favor!), Yolanda soltó la sopa. Pero no fue una sopa de arrepentimiento, ¡no señor! Fue un caldo de cultivo de acusaciones que buscan voltear la tortilla de la historia.

Cuando el reportero, con la voz temblorosa, le preguntó sobre la relación real que tenía con la cantante y qué fue lo que detonó la tragedia, Yolanda hizo una pausa dramática, respiró hondo como si fuera la víctima de una telenovela barata, y completó la frase que hoy tiene al mundo en shock:

“…Selena no era la víctima inocente que todos ustedes creen. ¡Ella era la verdadera mente maestra, una tirana que me tenía esclavizada y me obligó a jalar el gatillo!”

¡PUM! ¡Tómala, barbón! ¿Escucharon eso? ¿Sintieron cómo se rompió algo dentro de ustedes? Porque yo sí.

LA “VERDAD” SEGÚN YOLANDA: ¿DELIRIO O REALIDAD OCULTA?

Agárrense, raza, porque la versión de Saldívar está más enredada que una serie de narcos. Según esta nueva y retorcida narrativa, la imagen angelical de Selena Quintanilla Pérez era solo una fachada, un producto de marketing perfectamente diseñado por Abraham Quintanilla, pero que escondía una realidad mucho más oscura.

Yolanda asegura, con un cinismo que espanta, que Selena estaba metida en “negocios turbios” que iban mucho más allá de la música y la ropa.

“Ustedes veían las sonrisas, los trajes morados, el ‘Bidi Bidi Bom Bom’, pero no veían lo que pasaba cuando se apagaban las cámaras”, declaró Saldívar con voz ronca. “Selena estaba desesperada por dinero rápido. Las boutiques no eran solo para vender trapitos; eran una tapadera. Ella se estaba involucrando con gente muy peligrosa del otro lado de la frontera para financiar un estilo de vida que su papá le controlaba”.

¡Híjole, qué fuerte! Pero la cosa no para ahí. La ex presidenta del club de fans, quien fuera la sombra de la estrella, ahora se pinta como una mártir. Dice que ella no robaba dinero para sí misma, sino que Selena la obligaba a desviar fondos para pagar deudas de juego y “extorsiones” que la cantante sufría por sus malas compañías.

“Yo era su alcancía, su tapadera, su saco de boxeo emocional”, gimoteó Yolanda en la grabación, intentando exprimir unas lágrimas que nadie le cree. “Ella me amenazaba. Me decía que si yo abría la boca, le harían daño a mi familia. Me tenía secuestrada psicológicamente. Ese día en el motel… yo no quería matarla, ¡yo quería matarme a mí misma para escapar de su yugo! Ella se abalanzó sobre mí, forcejeamos, y el arma se disparó. ¡Fue defensa propia contra un monstruo que ella misma creó!”.

Según Yolanda, los famosos “anillos de huevo” no eran un regalo de amistad, sino una especie de “pacto de silencio” mafioso. ¡Qué bárbaro! La imaginación de esta mujer no tiene límites… ¿o sí?

EL MUNDO SE LE VIENE ENCIMA: LA FURIA DE LOS FANS Y LOS QUINTANILLA

Como era de esperarse, estas declaraciones cayeron como una bomba nuclear en el corazón de los fanáticos. ¡Se armó la gorda a niveles bíblicos!

Las redes sociales son un campo de batalla. Los “Selenaliebers” están pidiendo, metafóricamente (y algunos no tanto), la cabeza de Yolanda. Los memes están desatados, comparando a Saldívar con las peores villanas de Disney, pero sin el carisma.

“¡Mentirosa, arpía, víbora ponzoñosa!”, son los adjetivos más suaves que se leen en Twitter y TikTok. La gente no está dispuesta a que manchen la memoria de su santa patrona del Tex-Mex.

¿Y la familia Quintanilla? ¡Uy, papá! Don Abraham debe estar que echa humo por las orejas y buscando al mejor abogado del planeta para meterle otra demanda que la deje muda de por vida. Aunque hasta el cierre de esta edición no han dado una declaración oficial, fuentes cercanas a la familia en Corpus Christi aseguran que están “asqueados, furiosos y devastados” por este intento desesperado de una asesina convicta por reescribir la historia a su favor.

Suzette, la hermana, ha publicado una imagen negra en su Instagram, un luto silencioso que grita más que mil palabras ante la infamia. Chris Pérez, el viudo, simplemente ha desconectado sus redes, incapaz de lidiar con el dolor de ver el nombre de su amada arrastrado por el fango una vez más.

¿ESTRATEGIA LEGAL O LOCURA TERMINAL?

Aquí es donde la puerca tuerce el rabo, mis analistas de sillón. ¿Por qué ahora? ¿Por qué soltar esta bomba justo cuando se acerca la fecha en que podría pedir libertad condicional?

Los expertos en leyes y psicología criminal dicen que esto huele a una estrategia de defensa desesperada de “Ave María”. Yolanda sabe que tiene cero posibilidades de salir libre si sigue siendo la villana del cuento. Necesita sembrar la duda, necesita presentarse como una víctima de abuso que reaccionó bajo presión extrema, buscando que algún juez con corazón de pollo (o muy confundido) se trague el cuento de la “defensa propia diferida” o el “síndrome de la mujer maltratada” por su jefa.

Pero, seamos netos, raza. ¿Quién le va a creer? Las pruebas en el juicio de 1995 fueron contundentes. Hubo malversación de fondos, hubo mentiras sobre una supuesta violación en México para atraer a Selena al motel, hubo un disparo por la espalda mientras la cantante intentaba huir para salvar su vida. La evidencia física no miente, aunque Yolanda sí.

EL VEREDICTO DEL PUEBLO

Esta confesión no ha hecho más que reavivar el dolor y el odio. Yolanda Saldívar no ha “asombrado al mundo” con una verdad oculta; ha asombrado al mundo con el tamaño de su audacia y su maldad.

Al intentar destruir el pedestal de Selena, solo ha logrado que la extrañemos más y que la defendamos con más uñas y dientes. Selena no era perfecta, era humana, claro que sí. Pero tratar de convertir a la víctima en victimario es una jugada tan baja que solo podía venir de la mujer que traicionó la confianza más pura.

El titular decía que “Yolanda asombra al mundo al confesar que Selena no era…”. Pues nosotros completamos la frase con la verdad del pueblo: Selena no era merecedora de un final tan trágico a manos de una persona tan gris.

Yolanda puede seguir hablando desde su celda, puede seguir inventando historias de espías y mafias, pero la única verdad que importa es que la música de Selena sigue sonando en cada fiesta, en cada radio, y en cada corazón latino, mientras que Yolanda Saldívar sigue siendo, y siempre será, la sombra que intentó apagar el sol… y fracasó.

¡Qué Dios nos agarre confesados con lo que se viene, porque este culebrón apenas empieza su temporada más tóxica! ¡Seguiremos informando, si el coraje no nos mata antes!

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